Las Peridotitas
La Serranía de Ronda es uno de los conjuntos de terrenos más complejos que existen en la península Ibérica y, dentro de ella, los macizos de peridotitas como Sierra Bermeja representan tal vez las masas más extensas y mejor expuestas del mundo.
Todo este conjunto de rocas y de terrenos está afectado por movimientos, roturas y otros fenómenos tectónicos ocurridos en épocas diversas, cada uno de los cuales ha dejado impreso su correspondiente rasgo en la orografía de la región.
Las peridotitas son rocas procedentes del manto superior terrestre localizadas bajo las cortezas continental y oceánica de la Tierra, a profundidades entre 70 y 150 km, que ascendieron a la superficie debido a los procesos de fracturación asociados a la orogénesis alpina derivada de los choques de las placas euroasiática y africana, es decir, son rocas muy jóvenes desde un punto de vista geológico, surgidas durante el Oligoceno (hace unos 25 millones de años). Están constituidas por olivino y en menor proporción piroxenos y anfíboles.
En Sierra Bermeja se da principalmente un tipo de peridotita denominada lherzolita, compuesta mayormente por olivino, con presencia de metales en su composición como el cromo, oro, níquel y platino. El olivino es un mineral bastante inestable que se altera fácilmente, convirtiendo la roca en una mezcla de minerales de color verdoso-azulado; las peridotitas así alteradas reciben el nombre de serpentinas y éstas, al oxidarse, adquieren el característico color rojizo externo de las rocas que le da el nombre a la sierra y que constituye uno de sus rasgos paisajísticos más sobresalientes.